Desde
nuestra experiencia como veterinario 24h
en Fuenlabrada
queremos aprovechar este artículo para alertar a todos los dueños
de perros de lo peligroso que puede resultar darle huesos a su mascota. Y es
que, pese a que tradicionalmente los huesos y los perros son imágenes que
asociamos automáticamente, pocos alimentos pueden causarles tantos daños.
Con frecuencia, en cualquier veterinario
24h en Fuenlabrada
llega algún perro mostrando signos inequívocos de sentir
dolores muy fuertes. Tras examinarle la zona abdominal, una radiografía suele
servir para confirmar el diagnóstico inicial. En la placa aparecen restos de
huesos que, a su paso por el tubo digestivo, han ido clavándose en sus paredes.
La solución es pasar de inmediato al quirófano para reparar las hemorragias y
extraer todos los restos de huesos que aún pueden quedar.
Este problema ocurre con cuando el perro come restos de pollo. Los huesos de
las aves, especialmente los huesos largos, se rompen cuando el perro los
mastica. El problema es que los trozos en los que se rompe el hueso son
afilados como agujas y, al pasar al estómago, se clavan en sus paredes y pueden
llegar a desgarrarlo provocando una hemorragia importante.
Pero no son sólo los huesos de pollo los perjudiciales para los perros, también
lo son todos los huesos. Los que son muy pequeños, porque su estómago no los
puede digerir, de forma que, cuando se los traga, también tiene que hacerlos
salir al exterior y cuando lo intenta, a menudo pueden rasgar el ano
provocándole también un gran dolor.
Con los huesos muy grandes que no puede tragar, el perro juega a mordisquearlos
y roerlos, desgastándose la dentadura de forma innecesaria. Si el
comportamiento de tu mascota es anormal y se muestra muy inquieta, tráela rápidamente
a la Clínica Veterinaria Parque de los
Estados.
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